A mí me encanta Disney porque me hace sentir feliz. Cuando era chiquita, chiquitita de verdad, veía todos los días Dumbo, una película muy bonita sobre un elefantito que tiene unas orejas enormes, siendo tan chiquita era una película que hacía sentir muchas cosas, me daba mucha risa, ternura, y me sentía muy identificada con Dumbo porque también tengo una mamá muy hermosa que me arrullaba para dormir.
Crecí en los 90, siendo la más chica de mis hermanas y nos tocó justo una nueva era de Disney, con películas recién estrenadas. En 1989 salió La Sirenita y, aunque estaba muy chiquita, recuerdo que mi mamá nos llevó al cine a verla. Fue la primera vez que vi una película de Disney en el cine, en formato gigante, a todo lo que da, y me emocione muchísimo. Entonces me di cuenta que además de Robin Hood, La Espada y la Piedra y Dumbo, también me gustaban las princesas que nadaban.
Unos poquitos años después, mis papás nos llevaron a mis hermanas y a mí a Disney World en Florida. Yo tenía cinco años y fue un impacto para mi conocer ese lugar tan maravilloso. Me daba mucha emoción ver los desfiles, las princesas, los muñequitos saludándome. En las noches con los fuegos artificiales y la música, ¡todo realmente era mágico, bonito y muy emocionante!
Crecí siendo una niña muy feliz, una niña muy Mogwli: un toque de bailarina, un toque de ternura, un toque de sirena y mucha diamantina. Eso, cuando te vuelves adulto, se mantiene en ti, y así ha sido siempre.
Pasaron varios años hasta que volví a Disney, siendo una gran adulta de 29 años. Para mi sorpresa, toda la experiencia Disney hizo que la Chío de cinco añitos se emocionara tanto que me pareció algo maravilloso. Además, mi acompañante, siendo su primera vez me dijo que él se sentía exactamente igual, visitar Disney había hecho que su pequeño niñito interior saliera al mundo real a divertirse. Así que me di cuenta que este lugar, aunque sea por unas horas, te hace sentirte niño otra vez. Para eso está hecho: para que te diviertas, comas rico, te rías, saludes a tus personajes favoritos y visites lugares que pensabas que solo existían en las películas, te consientas y apapaches mucho.
No creo que exista alguna persona a la que no le gustaría ir a Disney, todo lo que te han dicho, de que es muy caro, que no te va alcanzar, etc., etc., ¡es mentira! Yo te enseñare que podemos hacer realidad el viaje de tus sueños, para que disfrutes de unos días muy divertidos en compañía de las personas que tú más quieras.